miércoles, 25 de noviembre de 2015

PRE-CUMPLEAÑOS DE ISTVANSCH: "TODO EL DINERO DEL MUNDO"

El stand de "Todo el dinero del mundo", surgió como idea a partir de una tarde distendida de lectura y producción que tuvimos en el patio de la escuela, sentadxs bajo el San Antonio, con el objetivo de planear la jornada. 

Los libros de Istvansch estaban desplegados sobre una mesa, y la misión era explorarlos con el fin de encontrar en ellos la inspiración para las actividades que diseñaríamos a las niñas de tercer grado.
La consigna: encontrar dispositivos creativos que sirvan para enlazar el autor de estos libros con actividades recreativas que ampliaran el conocimiento acerca de la producción de este y que permitieran la interacción entre las alumnas; ya que  esta jornada era a la vez, celebración del cumpleaños del autor, convivencia entre los terceros grados de ambos turnos (mañana y tarde), jornada de lectura y una oportunidad para nosotrxs, futurxs docentes de diseñar, ejecutar y coordinar una actividad de este tipo. 

"Todo el dinero del mundo" es un título perturbador, y más aún la tapa del mismo que muestra un niño feliz rodeado de billetes. La temática del dinero, en relación a la infancia no me parece convocante, e incluso, al ver la tapa se me representaron conceptos que muy lejos estaba de querer transmitir con mi propuesta: consumo, neoliberalismo, capitalismo. Sin embargo, algo de la provocación me invitó a leerlo. 




Como en toda buena obra de arte, lo importante no estaba dicho en la tapa ni en el título. De hecho, no está tampoco en el texto verbal. Es el lector activo es quien debe encontrarlo. La idea habitual acerca de lo que se considera leer es puesta en cuestión por este libro -en general por la obra de Istvansch y por los libros álbum como género, en donde él es un representante maravilloso- ya que gracias al juego propuesto por la imagen,el niñx puede anticipar o contradecir el sentido que transmite el texto.







Al pasar sus páginas fui develando la narración que escondía este título perturbador y se me ocurrió la idea de reproducirlo a nuestro modo. Esa tarde diseñé el dispositivo: El libro de "Todo el dinero del mundo" amasado por nosotrxs. Las primeras páginas reproducían una adaptación del texto inicial, que contaba la historia del niño que estaba muy aburrido y la reina que le ofrecía todo el dinero del mundo para que el dispusiera en que gastarlo y pudiera divertirse. Las siguientes páginas solo mantenían algunas líneas a modo de invitación a escribir qué cosas podía comprarse el niño con el dinero y estaban prestas a ser intervenidas con las imágenes que ellas quisieran componer. 


El día del festejo, las alumnas debían llevar tijera plasticola, felpas y papelitos de colores para poder trabajar con collages como trabaja el autor. En el stand se fueron sucediendo distintas dinámicas a partir de las características de los grupos que se iban acercando. Algunas prefirieron que yo leyera la historia, otras, mas osadas quizás, se apresuraban para leerla ellas y hacían respetar rigurosos turnos en la lectura. Luego de leer las primeras páginas, comprendían la consigna de producción y MANOS A LA OBRA. 






Las alumnas construyeron bellos relatos literarios y pictóricos, captaron muy rápidamente la metáfora del libro y su propuesta artística y la hicieron propia. La actividad resultó ser una buena forma de distinguir las potencialidades de cada una y generar un buen ámbito de trabajo en grupo. Las niñas parecían integradas y abocadas al trabajo con entusiasmo. 

En general había división de tareas. Algunas se encargaban de la parte pictórica y otras del texto. En todos los grupos era el texto el que habría paso a la imagen y no al revés, pero esto sucedía espontáneamente y de ninguna manera era parte de la consigna. 

En mi opinión, el stand de "Todo el dinero del mundo" fue una oportunidad de sintetizar las distintas formas de exploración de técnicas, propuestas, textos e imágenes del autor y de embeberlas en una producción grupal, que a su vez componía una producción de los dos grados en su totalidad. El valor de estas experiencias de escritura colectiva pueden seguir abriendo otros sentidos acerca de la escritura en la escuela primaria y la posibilidad de construir libros en distintas dinámicas y formatos es un acercamiento fundamental para que lxs lectorxs aprendices adquieran paulatinamente un capital de gestos codificados, de saberes especializados y de costumbres culturales específicas exigidas por el campo lector.  
Jornadas como la que realizamos deberían multiplicarse en las escuelas y ser experiencias más próximas a la dinámica escolar ya que lograr construir el gusto por la lectura y escritura, lograr un proceso exitoso de alfabetización implica necesariamente la multiplicación de diversas y variadas situaciones de interacción con distintos libros y autores desde distintos lugares y enfoques. Solo así podremos lograr que lxs niñxs puedan familiarizarse y vincularse desde un lugar sano con la cultura del libro. 

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